“Si esperamos algo malo y algo bueno ocurre, la cosa buena es feedback negativo”
Hemos realizado una nueva edición de los talleres de Dirección dentro del itinerario de “Liderazgo Participativo” enmarcados en el programa LIDERA del SNE-Nafar Lansare Gran acogida y extraordinario trabajo realizado por parte de todas las personas que han participado.
Los talleres de dirección los estamos dedicando a mejorar la competencia de planificación para poder hacerla más precisa y conectarla con la supervisión y la evaluación, ya que se planifica realmente para evaluar. Es algo que se ha insistido mucho.
La jornada inicial ha versado sobre el origen de la Planificación. En la segunda jornada nos hemos adentrado en la finalidad de la Planificación con todo su alcance. Y como no podía ser de otra manera, en la tercera y última jornada hemos diferenciado la supervisión de la evaluación dentro de la planificación.
Como en toda competencia, la propuesta del conocimiento ha ido asentando aspectos desconocidos y olvidados para poder desarrollar, posteriormente, la habilidad en planificar. Sin la repetición en el hacer planificaciones no dispondremos de las nuevas formas de planificar que podamos necesitar. La actitud estaba asegurada en cada participante.
Cada persona desarrolla, a lo largo de la vida, un modelo de planificación y la mayoría de este desarrollo lo hacemos de manera natural y siguiendo los modelos aportados por padres, familiares, maestros, las experiencias que hemos ido viviendo al transitar por la vida y la manera de vivirlas.
La mayor parte de las planificaciones del día a día son planificaciones de éxito. Cuando una planificación da buenos resultados, la incorporamos a nuestro bagaje y se convierte en nuestra manera de planificar. Y, sencillamente la repetimos una y otra vez.
Cuando aparecen contextos nuevos, personas nuevas, tareas nuevas, roles nuevos y especialmente, responsabilidades nuevas, muy pocas veces ponemos en marcha nuevas formas de planificar. Aquí aparece de forma reiterada uno de los aspectos que más hemos trabajado en el taller como son los conceptos de feedback y de feedforward.
Feedforward es cualquier predicción, cualquier hipótesis, cualquier adivinación, Feedforward es un sentido de que es así como van a ser las cosas. Todo plan es un feedforward ya que no sabemos cómo va a ser el futuro por muy a corto plazo que lo imaginemos.
Feedback es la información que recibimos del mundo en cuánto a qué tal ha funcionado el feedforward realizado. Disponemos de dos tipos de feedback, el feedback positivo (tiene que ver con si el feedforward ha sido certero) y el feedback negativo (tiene que ver con si el feedforward no ha sido certero).
De modo que si hacemos la predicción de que algo malo va a ocurrir y algo malo ocurre, eso es feedback positivo. Si esperamos algo malo y algo bueno ocurre, la cosa buena es feedback negativo.
Planificar es imaginar. Es otra de las reflexiones centrales del proceso de aprendizaje que proponemos en el desarrollo de la habilidad. Y, claro está, planificamos para atender a los cambios que queremos, deseamos y necesitamos.
Los tipos de cambio que activamos en el proceso formatico son el cambio remediativo, cambio desarrollativo y cambio de mantenimiento, es decir, qué funciona bien para identificarlo y replicarlo en el futuro.
En el proceso de formación trabajamos planificaciones concretas, individuales, siguiendo los tres tipos de cambio, para identificar qué ocurre y que queremos que ocurra en nuestras vidas y las de los demás.
El aspecto final es incorporar el evaluar, atendiendo a qué efecto habrá con la planificación, identificar el posible impacto y el coste personal de esa planificación.
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