“El carpintero hábil no se hace torpe para poder ser imitado por cualquiera de sus ayudantes.”
En el vertiginoso panorama empresarial de la era digital, el liderazgo efectivo se ha convertido en una competencia imprescindible para la supervivencia y el crecimiento de las organizaciones. Sin embargo, el simple ejercicio de la autoridad ya no es suficiente. Los líderes actuales conviene que adopten un enfoque más participativo, más consultivo y orientado al equipo para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que ofrece la digitalización. Aquí es donde entran en juego las diferentes maneras de intervenir, con las personas y los equipos, de las que dispone quien lidera. Y será conveniente que quien lidera se adecue a cada momento y a cada equipo adaptándose a las necesidades del entorno empresarial en esta era digital.
El papel de quien lidera es catalizar el cambio, alinear a los equipos con la misión, la visión organizacional y fomentar una cultura de adaptabilidad y agilidad para dar respuesta a las demandas del mercado. La convergencia, más que nunca, es el valor más sobresaliente en el liderazgo para que los equipos puedan unificar criterios y desde las diferentes disciplinas, sumen su potencial para poner en marcha las respuestas que los clientes, cada vez más exigentes, esperan de las organizaciones para tener resueltas sus necesidades.
Sin enumerar todas las formas de intervención de las que dispone quien lidera, se presentan brevemente las que más impacto tendrán en la consecución de objetivos y el bienestar del propio equipo en este futuro digital.
Consultoría para liderar: al activar la consultoría, se identifica qué funciona y qué no funciona en la organización, qué hay y qué no hay, se precisa en los retos organizacionales y se desarrollan estrategias para llevarlos adelante. Si quien lidera se prepara adecuadamente en consultoría, ayudará a las personas y a los equipos a tener una visión precisa de los asuntos, no perdiéndose en realidades a las que no merece la pena dedicar ni un minuto y consigue que se optimicen los procesos, los recursos y los esfuerzos, impulsando el desarrollo y maximizando la rentabilidad.
Counselling para liderar: desde el counselling se exploran aquellos asuntos de gestión, asuntos que se interponen en el camino y que, quien lidera, tendrá presente para poder proponer procesos más adecuados, más precisos y más eficientes. Uno de los elementos del counselling es atender a la gestión emocional de las personas del equipo, del propio equipo y de clientes.
Asesoramiento, consejo para liderar: quien lidera puede desempeñar un papel crucial dando consejo y asesoramiento, guiando a los equipos en la toma de decisiones estratégicas, indicando qué hacer y también qué no hacer en los momentos de incertidumbre, atasco, o duda.
Coaching para liderar: el coaching se centra en la mejora del desempeño de las personas y de los equipos. Una vez atendidas y abordadas las áreas de mejora específicas para maximizar su rendimiento, se identifica el desempeño que se quiere remediar, el que se quiere mejorar y/o el que se quiere desarrollar. En un futuro (ya presente) digital poner en marcha nuevos desempeños va a ser frecuente y cotidiano. Quien lidera intervendrá desde el coaching para proponer alteraciones al desempeño elegido y acompañará en el proceso de notar cómo irán esos cambios propuestos. Incluirá posteriormente la confirmación de que los cambios son adecuados o no y terminará con la evaluación de los efectos que se conseguirán con los cambios, el impacto que se generará y el esfuerzo que conllevará poner en marcha los cambios elegidos.
Enseñanza en el liderazgo: en un entorno empresarial digital, el aprendizaje continuo es fundamental. Quien lidera puede adoptar un enfoque de enseñanza y capacitación adaptativa, brindando a los empleados los conocimientos y permitiendo el desarrollo de las habilidades necesarias para prosperar en un entorno digital en constante evolución. Esto incluirá la asistencia a talleres, la organización de programas de formación interna y la promoción de la educación continua.
Mentoring en el liderazgo: el mentoring es un proceso de desarrollo personal a través del cual quien mentoriza invierte su tiempo, comparte su conocimiento y dedica su esfuerzo para que la persona mentorizada disponga de nuevas perspectivas, enriquezca su forma de pensar y desarrolle todo su potencial como persona y como profesional. Una clave del mentoring en el liderazgo es la experiencia y la importancia del acompañamiento para poder evitar el cometer errores innecesarios que solo se puede conseguir con la experiencia.
La integración de estas formas de intervenir en el liderazgo empresarial, en la era digital ofrece una serie de beneficios tangibles que si no, pueden no alcanzarse:
- Mejora de la toma de decisiones estratégicas y operativas.
- Aumento de la productividad y eficiencia organizacional.
- Mayor compromiso y satisfacción de los empleados.
- Fomento de una cultura de innovación y adaptabilidad.
- Fortalecimiento de la ventaja competitiva y la resiliencia empresarial.
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