LIDERAZGO PARTICIPATIVO es una iniciativa de Anel

Liderazgo participativo: Una revolución desde las empresas de Economía Social hacia todo el tejido empresarial.

Por Mª José Vivar

En un mundo empresarial que demanda innovación, sostenibilidad y cohesión, el liderazgo participativo emerge como una estrategia clave. Aunque tiene raíces profundas en las empresas de Economía Social, este enfoque se perfila como un modelo que puede transformar cualquier organización, sin importar su sector o tamaño.

El desarrollo de un Liderazgo Participativo requiere desarrollar las habilidades necesarias en todas las personas de la empresa y las competencias clave de este estilo de liderazgo en las personas con responsabilidad de equipo. Es un estilo y método de liderazgo que tiene en cuenta la opinión de las personas que conforman un equipo de trabajo y persiguen un mismo objetivo. La responsabilidad de cumplir con las metas y objetivos no recae en una sola persona, ya que la opinión que se toma en cuenta es la de las personas del equipo y para ello se fomenta la participación de las mismas.

De las empresas de Economía Social al liderazgo global
Las empresas de Economía Social han sido pioneras en la adopción de un liderazgo basado en la colaboración, el compromiso y la corresponsabilidad. Este modelo, centrado en valores como la equidad y la participación, no solo fortalece la cohesión interna, sino que también maximiza el potencial de innovación al integrar diversas perspectivas en la toma de decisiones.

Sin embargo, estas prácticas no deben limitarse a este sector. El liderazgo participativo tiene un inmenso potencial para redefinir el tejido empresarial en su conjunto, promoviendo organizaciones más inclusivas, resilientes y orientadas al bienestar de las personas. Si queremos mejorar nuestros resultados, si queremos ayudar a convertir a las personas en profesionales con mejor rendimiento, si queremos potenciar el compromiso de las personas en el proyecto empresarial, el liderazgo debe ser una actividad clave para impulsar nuestro proyecto, empresa u organización.

Un modelo basado en la ciencia y la experiencia

En un entorno empresarial marcado por la incertidumbre y la complejidad, los enfoques tradicionales de liderazgo ya no son suficientes. Según expertos en neurociencia como Gladys Kali, el liderazgo moderno debe equilibrar lo cognitivo y lo emocional, adoptando estrategias que integren ciencia, innovación y empatía.

El liderazgo participativo encuentra puntos de conexión con dos modelos emergentes: el liderazgo límbico y el liderazgo neuroplástico.

  1. El liderazgo límbico, enfocado en el sistema límbico del cerebro, fomenta la confianza y relaciones sólidas dentro de los equipos. Este enfoque resulta clave para mantener la moral alta y fortalecer los lazos, especialmente en tiempos de incertidumbre. Sin embargo, requiere un equilibrio cuidadoso para evitar que las emociones interfieran en decisiones críticas.
  2. El liderazgo neuroplástico, inspirado en la capacidad del cerebro para adaptarse y aprender, promueve flexibilidad, innovación y resiliencia. Este estilo resulta crucial en entornos cambiantes, donde la capacidad de replantear estrategias y adaptarse rápidamente define el éxito.

Además, Gladys Kali introduce otros estilos relevantes para el futuro del liderazgo, cada uno basado en funciones específicas del cerebro:

  • Liderazgo prefrontal: ideal para la planificación estratégica y la toma de decisiones a largo plazo.
  • Liderazgo gamma: centrado en la creatividad y la innovación disruptiva.
  • Liderazgo delta: orientado al bienestar y la sostenibilidad, equilibrando resultados con el cuidado del equipo.

 

Estos modelos no solo ayudan a los líderes a identificar su estilo predominante, sino que también ofrecen herramientas para gestionar el estrés, potenciar la creatividad y construir equipos innovadores y sostenibles. Como afirma Kali, “liderar con neurociencia no es una moda, es una herramienta práctica para obtener resultados sostenibles, tanto en el rendimiento empresarial como en el bienestar del equipo”.

 

En el futuro, el liderazgo no se medirá solo por habilidades técnicas o experiencia, sino por la capacidad de conectar con las personas y guiar a los equipos hacia un propósito compartido, equilibrando la lógica de la mente con la empatía del corazón.

Hacia una gestión más humana y sostenible
El liderazgo participativo no se trata solo de tomar decisiones en equipo, sino de construir culturas organizacionales donde las personas sean el centro. Inspirado en principios como los del liderazgo delta (estilo centrado en la resiliencia, el autocuidado y la creación de entornos sostenibles que priorizan tanto los resultados como el bienestar del equipo) , este enfoque equilibra los resultados económicos con el bienestar humano y la sostenibilidad, siendo una respuesta eficaz a los retos del siglo XXI.

Rompiendo barreras para un liderazgo más inclusivo
Extrapolar el liderazgo participativo al resto del tejido empresarial implica cambiar paradigmas: del liderazgo jerárquico al colaborativo, del control al empoderamiento, y de la competitividad aislada al trabajo en red. Este cambio no solo impulsa la innovación, sino que también aumenta la capacidad de las empresas para adaptarse y prosperar en un entorno cada vez más dinámico.

Construyendo el futuro desde la participación
El liderazgo participativo es más que un modelo de gestión; es una visión transformadora que redefine cómo trabajamos juntos hacia objetivos comunes. Su potencial para humanizar el entorno laboral, mejorar la competitividad y garantizar la sostenibilidad lo convierte en una referencia para todos los sectores, impulsando un cambio positivo que beneficia tanto a las personas como a las organizaciones.

Si queremos ser agentes de cambio, el momento de actuar es ahora. Adoptemos modelos que equilibren lo cognitivo y lo emocional, fomentemos la innovación y construyamos equipos resilientes y sostenibles. La transformación comienza contigo, ¿estás listo para liderar la próxima revolución empresarial?

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