LIDERAZGO PARTICIPATIVO es una iniciativa de Anel

Jesús Mari Elizalde: «Planificar es dar forma al futuro en el presente con los recursos del presente»

Una nueva edición de la habilidad de Dirección dentro del itinerario de “Liderazgo Participativo” financiado por el Gobierno de Navarra

El desarrollo de la habilidad está centrado en la PLANIFICACION.

Cada ser humano ha desarrollado un modelo de planificación y la mayoría de este desarrollo se hace de manera natural. Muy pocas personas se dedican a formalizar de manera formal una de las competencias más importantes en la vida. Para poder leer esta noticia te habrás planificado de alguna manera.

La mayor parte de las planificaciones del día a día son planificaciones de éxito. Cuando una planificación da buenos resultados, la incorporamos de manera natural y la convertimos en nuestra manera de planificar.

En el proceso de aprendizaje que hemos vivido hemos atendido a estas planificaciones y también hemos atendido a estas planificaciones cuando tenemos que afrontar contextos nuevos, roles nuevos en la vida, responsabilidades que antes no habíamos tenido, … Y muy pocas veces analizamos estas variaciones.

Parecido ocurre en las Organizaciones en las que desarrollamos nuestra actividad profesional. Cambios en Clientes, cambios en el mercado, cambios en las condiciones que nos vilculan, … y nuestro estilo de planificar ya no da el resultado que nos dabas anteriormente.

Planificar es dar forma al futuro en el presente con los recursos del presente y con los aprendizajes del pasado.

Y como no sabemos qué va a ocurrir en el futuro, nos ponemos a planificar (consciente e inconscientemente). Planificar es imaginar. Planificamos para atender a los cambios.
Los tipos de cambio que repasamos en el proceso formativo son, entre otros, cambio remediativo, cambio desarrollativo y cambio de mantenimiento, es decir, qué funciona bien para identificarlo y replicarlo.

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Al planificar:
1. Nos orientamos hacia el futuro
2. Generamos referencia
3. Recibimos información.
4. Iniciamos un proceso en el que incorporaremos la evaluación.
5. Haremos algo en el mundo real.

En el proceso de formación trabajamos planificaciones concretas, individuales para generar cambios concretos y cambios que afecten a la realidad diaria.

En el proceso de aprendizaje, dedicamos más atención al cambio remediativo, es decir, a aquellos aspectos que no funcionan todo lo bien que nos gustaría. Al hacerlo descubriremos que existen cuatro tipos de carencias que nos encontraremos una y otra vez en la actividad cotidiana. Estas carencias pueden ser tipo dificultad, tipo problema, tipo limitación y/o tipo limitación existencial.
También identificamos las cuatro maneras de planificar propósitos (deseos, direcciones de acercamiento y alejamiento, objetivos operativos y desenlaces emergentes).

Y todos los participantes se llevan planes precisos de acción en los que indican.

• Qué hacer y qué no hacer.

• Quién lo hará y quién no lo hará.

• Cuándo se hará y cuándo no se hará.

• Dónde se llevara a cabo y dónde no”.

• Cuánto costará.

• Cómo se llevará a la acción y cómo puede no llevarse adelante”

• Por qué se hará y por qué puede fallar”

• Para qué se hará
Todo este proceso es identificar toda la secuencia del Modelo de Planificación Efectiva de Soluciones (P.E.S.).

Y como elemento final, las personas que participan pueden enviar tres planificaciones que serán evaluadas por el formador durante los quince días siguientes a la formación. Realmente planificamos para evaluar y con la evaluación precisamos la planificación.

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