LIDERAZGO PARTICIPATIVO es una iniciativa de Anel

Sembrando la semilla de nuevos líderes en nuestras empresas.

El pasado 7 de febrero dimos comienzo a una nueva edición del Programa de Competencias Clave para el Liderazgo participativo y lo hicimos con la Competencia DELEGACIÓN.
A lo largo del taller abordamos esta competencia desde dos puntos de vista bien distintos; por un lado describimos y analizamos los comportamientos que debe demostrar el Líder Participativo, para que la delegación, no sólo sea, una transferencia de tareas, sino, para ir desarrollando personas y sembrando la semilla de nuevos líderes en nuestras empresas.

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Comportamientos como el respeto, la confianza mutua, la comunicación franca, el trabajo en equipo, aprender de los errores y como no, felicitar y recompensar los logros de nuestros colaboradores.
Todos estos comportamientos generan un clima positivo, que permiten desterrar afirmaciones directivas´, desgraciadamente, todavía en uso: “Me cuesta menos hacerlo yo, que explicarlo”, “Si, sabe tanto como yo, creo un competidor”, “Necesito tener el control de todo lo que me siento responsable”, “Nadie lo hace como a mí me gusta, soy muy meticuloso”, “Me molesta cargarlos con nuevos trabajos, ya tienen bastante”, “Me resulta desagradable corregir lo que han hecho”, etc.
Todas estas afirmaciones, esconden en su interior un desconocimiento del auténtico papel del líder, que no es otro que, contribuir al desarrollo personal y profesional de todo el equipo de colaboradores.
A lo largo de la sesión se debatió en profundidad cuestiones que en este momento preocupan a la empresa y deben ocupar el tiempo del líder:
Es esencial que aproveches el talento de las personas de tu equipo, para que crezcan y desarrollen todo su potencial ¿Qué pasa cuando no ofreces retos estimulantes a tus colaboradores? Con el tiempo, ¿qué consecuencias tendrá para la organización?, ¿sigue usted penando que la persona es lo mismo que el puesto?
Aplica usted como Líder la regla PEPA (primero las personas y después los papeles, o por el contrario su tiempo está relacionado directamente con la gestión y deja como algo subsidiario a las personas a su cargo. Es imprescindible dedicar tiempo a tus colaboradores, ponerse a su disposición, escucharles y atenderles. Sólo de esta manera se genera un clima de confianza y compromiso.
En la segunda parte del taller nos centramos en los pasos que son necesarios llevar a cabo para que esa delegación sea eficaz y responda a los propósitos del líder.
Antes de dar lo que a nuestro juicio son las claves de la delegación eficaz, deseamos abordar un hecho que se repite con demasiada frecuencia: piensa usted en primer lugar en la persona (generalmente de confianza) en la que puede delegar esa tarea, o por el contrario define la tarea, los objetivos implícitos de la misma, su dificultad, el tiempo disponible, la importancia y trascendencia para la empresa, etc.
Generalmente se opta por la primera opción: la persona y después la tarea.
Esta estrategia tiene graves inconvenientes: por un lado sobrecargamos nuestra gente de confianza, no prevemos si va a estar a la altura de la complejidad de la tarea y sobre todo, nos olvidamos de otras personas más capacitadas y con ganas de sumir esa oportunidad, que quizás no estén en nuestro círculo de confianza.
Cuales son a nuestro juicio las claves de una delegación eficaz que debe abordar un líder participativo como función básica de su función.
Recordamos aquí la frase del fantástico jugado de la NBA, Magic Johnson: …no preguntes qué puede hacer por ti el equipo. Pregunta qué puedes hacer tú por él.
Claves para una delegación efectiva:

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• Dedica el tiempo suficiente a explicar el contexto, la importancia de la tarea delegada. De esta manera la persona a quien vas a delegar podrá darle sentido al trabajo que va a realizar.
• Es clave que determines de manera precisa y concreta, el objetivo a conseguir, el resultado esperado y el nivel de calidad deseado y determinando con claridad el plazo de entrega.
• Facilita al colaborador los medios, la responsabilidad y la libertad para decidir cómo lo llevará a término, cómo ejercitará su iniciativa.
• Asegúrate de que otras personas, fuera y dentro de la empresa, sepan que tú le has transferido la autoridad, quedando claro, que en esa tarea te está representando a ti y a la empresa.
• Establece un calendario para revisar el proyecto, corregir las desviaciones, dar ánimos o felicitar los avances logrados. Sin revisión no hay delegación. Recuerda que la responsabilidad final es tuya, pero no olvides que el mérito es del que lo ha ejecutado y es por ello obligado el reconoce y recompensar de manera adecuada.
• Se consciente que aunque el potencial de tu equipo sea excelente, la delegación necesita entrenamiento y formación. Sé paciente con los errores y comparte lo que tienen de aprendizaje.

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