LIDERAZGO PARTICIPATIVO es una iniciativa de Anel

“Los líderes participativos crean y desarrollan entornos saludables”

Su intervención se articuló en relación a siete claves para ser un líder participativo: “Los líderes participativos crean y desarrollan entornos saludables y trabajan siempre por el bien común y hacen que las cosas sucedan”. En el encuentro estuvo acompañado de Ignacio Ugalde, presidente de ANEL.

 

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Larumbe hizo referencia a citas de líderes antiguos poniendo en valor que consejos vetustos siguen estando de moda en el management actual. Como ejemplo, parafraseó a Baltasar Gracián, quien hablaba del arte de la prudencia: “hay que comenzar lo fácil como si fuera difícil (lo que te lleva a la excelencia) y lo difícil como si fuera fácil (lo que te lleva a no bloquearte). El esfuerzo allana el camino imposible. En los trances más difíciles no hay que pensar, sino actuar”.

El ponente dividió su intervención en siete puntos sobre qué debe hacer un líder. El primero de ellos es entender el negocio. “Lo primero que tiene que hacer un líder es escuchar activamente, escuchar al cliente, para que nos digan cuáles son nuestras fortalezas o detectar nuevas oportunidades, de aquí salen las ideas para avanzar”. El líder deber “entender el negocio y cómo te proyectas”, añadió.

 

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El segundo es aportar valor, tanto por parte de las personas como de la empresa, es decir, “en qué se diferencia mi empresa y en qué me diferencio yo como individuo”. Larumbe explicó cuatro tipo de perfiles de personas: “personas muy pasivas con criterio, lo que llamamos burócratas, son muy capaces pero no quieren entrar, no aportan valor; personas pasivas que están apegadas a lo suyo, se quejan permanentemente; personas apegadas en lo suyo y que, además, son apasionadas, están en posesión de la verdad y no razonan ni avanzan. Por último, personas que tienen criterio y son apasionadas, éstas son las personas eje, las que pueden transformar la empresa”, recalcó.

 

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Además de las personas, para que una empresa se diferencie el propósito de la empresa debe estar claro. “Si no es un propósito inspirador, será muy complicado y si es al contrario, el proceso de comunicación será mucho más sencillo. No existe mayor comunicación que la que hacen las personas de la empresa hacia fuera y, por supuesto, hacia adentro. Nos encanta que nos cuenten historias y tenemos que pensar si tenemos una historia para contar. La emoción es lo que mueve, pero tiene que ser soportado por los números”, destacó.

En tercer lugar, definir un modelo propio, “cómo lo tenemos que hacer”. Este tercer punto consiste en buscar tu propio modelo de transformación, diferente al de los demás, “pero búscalo y aunque te vaya bien, busca herramientas para mejorarlo”, aconsejó Larumbe.

En cuarto lugar, considerar la marca. “Cuidad la marca, ya que es el soporte, la percha de todo lo que tenéis, es vuestra bandera. Supone el elemento diferencial y, como tal, debe aparecer siempre”, recomendó Larumbe.

 

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En quinto lugar, el director general de Eurogap destacó que es muy importante tener un equipo con proyecto compartido: “aquí es donde se demuestra si hay madera de líder o no”. Para ilustrar este punto, el ponente recurrió a los clásico para hablar a los asistentes del espíritu socrático. “Sócrates y Einstein coincidieron en un planteamiento, espíritu de Koinonía (espíritu de hermandad) con el que se aprendía a generar cosas en común. Para ello, hay que establecer un diálogo en el que es muy importante que todas las personas digan lo que quieran. En segundo lugar, para avanzar se debe tener un pensamiento libre y despejado, “da igual quien diga las cosas, es una persona del equipo”. Y en tercer lugar, escuchar atentamente. “Es muy importante tener una serie de normas, disciplina para que el equipo se sienta libre”.

En este proyecto en común, la sana discrepancia se torna muy importante: “emerge fundamentalmente de sentirnos muy libres expresándonos pero nos relacionamos muy bien por lo que al final surge la discrepancia”

En sexto lugar, el líder debe ser flexible, cambio permanente. Ser coherentes, equilibrados y seguir una trayectoria. Inculcar la flexibilidad y la adaptabilidad. No depende solo de ti sino de otras circunstancias.

En último lugar, lo que hacen los líderes es focalizar. En este punto el consejo es “actuar como si fuera imposible fracasar. Normalmente tenemos miedo a fracasar y a la crítica, lo cual, nos bloquea. Aquí es dónde el líder tiene que asumir riesgos, para jugártela se debe tener ese propósito diferencial y tener ese equipo contigo. Con una idea muy bien trabajada y un concepto diferencial es como transformas. Hay que iniciar este proceso de transformación en todos los ámbitos de la sociedad”, concluyó Larumbe.

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